miércoles, 13 de noviembre de 2013

CARLOS CLEMENTSON - EL VIAJERO


13-11-13

Ha venido esta noche.
El perro había ladrado por un rato en la sombra,
y luego extrañamente se calló en el silencio.
Pobre y casi desnudo, el mar había labrado
hondos surcos de tiempo sobre su enjuto rostro
de marino o pastor, quemado por los soles,
y dejado en sus párpados un rojor de salitre.
Nadie le conocía. Quizá estuviera loco.
En su delirio hablaba de sirenas y monstruos
de un solo ojo enorme, de héroes y de naufragios,
de aventuras horribles en las que él tuvo parte.
Decía que en un tiempo él fue rey de esta isla.
Aquí ni a los más viejos les sonaba su nombre.
Quizá no fuera nadie:
el viento que del mar sopla en las largas noches.
Se ha vuelto con las sombras.




Los recursos utilizados en el poema son el uso de alejandrinos y heptasílabos, a lo largo del poema podemos deducir que al viajero que se hace referencia en el texto es claramente Ulises, aunque no se mencione su nombre. También se hace referencia al cíclope Polifemo en la tercera estrofa y en la sexta.

El poema nos cuenta como Ulises, después de desaparecer de Ítaca y vivir muchas aventuras, llega viejo a su reinado y comienza a hablar con la gente, pero nadie lo conoce, excepto el perro, siguiendo fielmente la historia de Homero. En el poema se deja entreveer una visión del olvido.







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