miércoles, 27 de noviembre de 2013

RECURSOS LITERARIOS


21-11-13
26-11-13
  • Paranomasia: repetición de sonidos, para facilitar su memorización. Ejemplos:
    -Felicides novedades.
    -El que sabe, saba (Anuncio de la marca Saba de 1989).
  • Calambur: juego con las sílabas. Ejemplos:
    -El dulce lamentar de los pastores.
    -El dulce lamen tarde dos pastores.
  • Aliteración: repetición con un valor significativo.
    -En el silencio solo se escuchaba el sususrro de abejas que sonaban
    -El ruido con que rueda la ronca tempestad.
  • Tipografía expresiva: de vanguardias.
    -Érase una vez (zzz)
  • Acróstico: sílabas o letras que forman una palabra.
    -Prólogo de La Celestina de Fernando de Rojas: El bachiller Fernando de Royas acabó la comedia de Calisto y Melibea y fue nacido en la Puebla de Montalván.
  • Errores gráficos: faltas de ortografía para llamar la atención con una función determinada.
  • Neologismos: creación de palabras nuevas a partir de unas ya existentes.
    -Bebeteca.
    -Botellódromo.
  • Anáfora: repetición de palabras al comienzo de una frase. Utilizado en poesía y publicidad.
    -Miguel Hernández, "Elegía por la muerte de Ramón Sijé".
    Temprano levantó la muerte el vuelo,
    temprano madrugó la madrugada,
    temprano estás rodando por el suelo.
    No perdono a la muerte enamorada,
    no perdono a la vida desatenta,
    no perdono a la tierra ni a la nada.
    • Elípsis:  prescindir de aquello que puede ser intuido por el lector. Economía en la publicidad.
      -Las cabras pastaban en el monte. Tenían hambre y sed (las cabras).
    • Metonímia: designar algo con el nombre de otra cosa con la que tiene relación.
      -Los niños son la alegría de la casa (causan felicidad).
    •  Personificación: atribuir propiedades humanas a un animal o a algo inanimado.
      - "La gente disfrutaba y el sol sonreía".
    • Sinécdoque: se expresa la parte por el todo.
      -Quedó sola con cuatro bocas que alimentar. - se refiere a los hijos.
    • Metáforas visuales: permite, de manera rápida y sencilla hacer comprensible una idea, por medio de una imagen estereotipada.
      -la bombilla = idea.
    • Hipérbole: exageraciones.

      -«Érase un hombre a una nariz pegado» (Quevedo)

EL RELOJ DE PEDIDA


26-11-13
27-11-13
Mi querido Jules:

Hubo alguien, en el origen de la existencia, que se equivocó y creyó que las horas del placer habían de ser iguales a las de la pena. Debía de tener algo de influencia, porque así lo estableció. Sumó la noche al día, y dividió el resultado en veinticuatro fragmentos iguales; seguidamente acopió los días en grupos de siete, creando así las semanas; más tarde bautizó los meses, y estos conformaron los años, y lo peor es que todo el mundo le hizo caso. Nadie se rebeló, nadie convino que las horas de la felicidad deberían durar más y tener más espacio en el calendario. Nadie exigió que fueran elásticas y que uno pudiera trasladarse a vivir en ellas para siempre o, al menos, poder pasar largas temporadas alojado en el reino del gozo. Y por culpa de ese reparto, injusto, incongruente, me encuentro en este estado yo hoy, tras todos estos siglos de larguísimo, insoportable, amor inacabado contigo. 

Pero los amados no conocéis estos datos, no tenéis noticia del paso de las estaciones. El invierno no existe para vosotros, ni el viento del desamor azota vuestros lozanos rostros. Solo respiráis la oxigenada brisa del amor, solo os solazáis sobre el etéreo colchón de plumas del cariño. Desconocéis las cuitas que los amantes sufrimos por causa de nuestros sentimientos. Os sentís a salvo, queridos y deseados, y para vosotros, el tiempo en realidad no pasa, no se arrastra derrotado, ni se detiene abatido, nunca pincha ni congela. Nunca os abandona al raso, ni llueve ni nieva sobre vuestros cabellos. Jamás tiritáis de soledad, ni trastabilláis perdidos entre las ciegas telas de la obsesión. Para vosotros, el cielo es siempre azul y el tiempo canta disipado, baila en las agujas, salta de número en número, revienta el nácar de las esferas, para envolveros, una y otra vez, en ríos de lujoso arrullo y cálida temperatura, anunciando que sois como dioses y haciéndoos sentir en todo momento los invencibles dueños de la eternidad. Sin embargo, para los amantes, la realidad es bien otra. Para quien ama sumido en la duda, el tiempo es un castigo. Y se hace interminable. Cada segundo sin noticias es pedregoso, árido, quema bajo las plantas de los pies. Déjame que te explique lo que se siente, Jules. Déjame que te explique por qué me siento inmortal, casi un fantasma. Y la razón es simple. Has dejado que el tiempo se acumule sobre mí inmisericorde, que las horas y los días sepulten mi optimismo. Has permitido que el silencioso hábito de ver pasar los días sin ti, ante mis ojos, haya ido doblando la espalda de mis ilusiones. Has consentido que mi alma cumpla tantos años como negativas, y en ese perpetuo viaje he sido testigo, obligadamente, de la historia de la humanidad entera. Una historia que puede contarse medida por tu desatención, por tu dureza. Una historia que he visto desarrollarse sin piedad bajo la bota de tu recalcitrante prohibición de amarme. 

Y así fue como asistí a la verdad. Fue así como me di cuenta de que en realidad las horas de la pena son más largas que las de la felicidad. Porque, instalada en este desamor que a fuego lento mantienes para mí, he visto pasar tantas jornadas como siglos tiene la civilización humana. Podría yo misma ser la cronista del tiempo y de su devenir, de sus tortuosas demoras y de sus tramposos pasadizos. De hecho, en parte he sido artífice, con otros como yo, del transcurrir de los minutos, del censo de los años, del vuelo incesante e infinito de las hojas del calendario sobre el musgoso terciopelo gris de los corazones de piedra. La gente desconoce el verdadero motivo de la división del tiempo. Has de saber, Jules, que el tiempo nació del desamor, y los relojes son hijos de la pasión desatendida. Cada tictac es un acorde de tensión amorosa no resuelta. Porque si alguien decidió contar las horas del día, fue alguien que amaba sin esperanza. Solo los amantes contamos el tiempo, Jules. Solo los amantes tomamos como punto de referencia al amado. Para mí todo es “a.J.” o “d.J.”, antes y después de Jules. Todo para mí es el tiempo que pasé contigo o el tiempo en que no estoy contigo. Y ya son siglos de ausencia de ti. Tiempo desperdiciado… Pero, volviendo a lo que te decía, para poder contar las horas del desamor hacía falta un instrumento. Y gracias a que entre los amantes ha habido, desde siempre, científicos e ingenieros (el amor no perdona a ninguna profesión), estos supieron urdir y construir el mecanismo necesario, ya muy al comienzo de la civilización. Aunque no siempre ha sido muy lucido el resultado. Por ejemplo, recuerdo cuando, siendo egipcia, aún una jovencita, te regalé un reloj de sol. Y no te gustó nada. Me reprochaste que adónde ibas con aquel mamotreto. Para mí, tú eras lo mismo que Ra, el dios del Sol. Y por eso vi aquella maquinaria tan apropiada a tu persona. Ni la imaginativa Cleopatra habría soñado algo tan original para su adorado Marco Antonio. Pero es cierto que había una contradicción en aquel objeto. Funcionaba obligadamente bajo la luz del sol. ¡Y me río yo del sol o de la luz! Cuando por tu causa habito la oscuridad, ¿qué horas podría marcar semejante reloj bajo la negra sombra de la noche a la que me has condenado? Estoy segura de que ni recuerdas que allí quedó mi presente, abandonado hace miles de años junto a la tumba de Keops, rechazado por tu pragmático desdén. 

Pasaron los siglos y yo seguí queriéndote. Me hice griega por ti, por ti acabé instalándome en el Imperio Romano. Por ti soporté la Edad Media. La Inquisición me interrogó: les parecía una herejía que te amase. Pero yo persistí en mi sacrilegio, erre que erre, deseándote más que nunca. Sin embargo, la aspiración de los amantes, que ya sumábamos un club muy numeroso por aquella época, seguía su curso. Necesitábamos encontrar otro medio de contar el tiempo. Había que buscar una nueva forma de tortura, más exacta, más fiel, de mayor precisión en su engranaje. Pues el desamor, te aviso, es ambicioso, incluso para su propio daño. Por eso se alzaron torres por toda Europa. En las plazas, en las iglesias, en los palacios. Entre los biempensantes ciudadanos se veía con buenos ojos el padecimiento de los amantes. Aprobaban que se hiciera público nuestro escarnio. Tal vez como advertencia, como aviso de contagio, como vacuna opcional. Y los enormes relojes, mecánicos, de pesas, anunciaban las horas a golpes de badajo, con gran estridencia, juzgando desde lo alto de los campanarios el pecado de amar. 
 
Llegados a aquel punto, habría querido regalarte entonces el más lujoso y bello entre los de su especie. Un reloj astronómico, pues tú y solo tú eras mi divina constelación, mi universo entero, el único planeta alrededor del cual yo giraba. El del Ayuntamiento de Praga, por mencionar uno emblemático, habría sido digno de ti. O el de Berna, tan apropiado en su exactitud suiza. O, mejor aún, y más romántico todavía: el de la torre de la plaza de San Marcos en Venecia. Pero todos eran pesados de transportar, y me habrías censurado el gesto, incluso más que en aquel mi primer intento, egipcio, de regalarte un reloj. Así que tuve que esperar de nuevo. Pasé el Renacimiento aguardando que, movido por el esplendor del arte, emocionado ante el desarrollo del progreso, quisieras trascender al fin el limitado horizonte del mundo y me invitaras a volar a tu lado; pero, sordo a tales emociones, seguiste desoyendo el sentimiento, único, irrepetible, que ha existido siempre entre tú y yo. Más adelante, el barroco nos sorprendió dando a luz el reloj de péndulo, que no era otra cosa, en el idioma secreto de los amantes, que el símbolo de la duda, el homenaje de la ingeniería a la indecisión de los amados. El movimiento pendular, tictac, tictac, tictac, tictac, era la perfecta expresión, desesperada, de la incertidumbre de amar. 

Pero el tiempo era algo, por otra parte, íntimo y privado, como el cilicio que nadie ve y, sin embargo, desgarra nuestra piel a escondidas. Y, partiendo de esa filosofía, a alguien se le ocurrió que el reloj debería ser tan pequeño que pudiera meterse en un bolsillo, albergado junto al corazón, palpitando al unísono con este. Y ese fue mi segundo intento. Habían pasado tres mil quinientos años desde entonces. La mala experiencia egipcia quedaba ya lejos. Así que saqué fuerzas de flaqueza y me atreví a renovar los términos de mi optimismo. Elegí uno de oro blanco, sin adornos, impecablemente fino, y te lo entregué temblando. Aspiraba a que aquel reloj se colara en tu ropa, entre las sedas de tu alma, como habría querido yo vivir metida en el bolsillo de tu chaleco, escuchando, en lugar del rígido metrónomo de la displicencia, la apasionada música de tu amor, convertida yo en tu reloj y atada con una cadenita de oro a tu pechera. Pero tampoco lo quisiste. Gruñón, protestaste de nuevo. Aunque durante unos instantes te vi dudar y contemplarlo con gula, casi enamorado. Recuerdo que ese día me tomaste entre tus brazos y me besaste. Ese día me miraste como no me ha mirado nunca nadie. 

Y solo por sentir de nuevo esa mirada he esperado otros cuatrocientos años. No puedo dejar de desearte. Amo el musgoso terciopelo gris de tu corazón de granito. Mataría por sentir el almíbar de tus labios en los míos un segundo. Tic. Yo mataría por ese espacio de tiempo. 

Te echo de menos salvajemente. No lo conseguí en el siglo XVII. ¡Casi habías sido mío!, pero te me escurriste entre los dedos, como agua prohibida. De modo que he tenido que seguir contando las horas, bordando los hilos del tiempo sobre este telar del desamor al que me obligas. 

En el siglo XVIII inventaron la cuerda automática. Un gran logro para los amantes, un útil aditamento para seguir en la batalla. Hasta que, ya en pleno XIX, vi erigir el Big Ben y me tentó. Un magnífico regalo para ti, pensé, teniendo en cuenta tus aficiones personales, el fútbol o el pop-rock británicos. Por otro lado, poner a tus pies el madrileño reloj de la Puerta del Sol, nada más dar las doce campanadas, habría sido también un gran golpe de efecto: mi firme ofrecimiento de iniciar un nuevo cómputo amoroso, ajustando simultáneamente el contador del tiempo y el espacio en el año cero y en el kilómetro cero. Pero si algo he aprendido durante todos estos siglos es a conocerte y respetarte. No eres amigo de la grandilocuencia. Tus gustos son minimalistas. Prefieres una joya rara, comedida, antes que la ordinaria afectación de lo evidente. 

Así pues, desde el siglo XVII, bien lo sabes, no me he atrevido a intentarlo de nuevo. Abrasada por tus burlas, por tus desprecios, me retiré de estas lides. He necesitado tres siglos más de convalecencia para curar mis heridas. Mi corazón boqueaba, cercano a la extinción, destrozado. He preferido escuchar el paso del tiempo en silencio, clavándose, como costillas rotas, en mis entrañas. Y, sin embargo, el siglo XX renovó mi fe, con la llegada de un preciado invento. El reloj de pulsera, sencillo, fiable, discreto, podría representar finalmente la clave del éxito. Pudiera ser, acaso, el definitivo reloj de pedida que tú aceptases y con el que sellar, de una vez por todas, el compromiso de nuestro amor. (¡Estamos ya en el siglo XXI! ¿Por cuánto tiempo más vas a condenarnos?). Aquí lo tienes. Lo he elegido especialmente para ti. Pruébatelo y verás que se ajusta suavemente a tu muñeca.

Este texto esta precedido dentro de la revista por el destacamiento de la metáfora que hace la autora sobre el tiempo, con una tipografía que llama la atención por su tamaño. Seguido de una imagen de una mujer que llora y está naufragando en sus propias lágrimas, dentro de un reloj de arena.

La historia es un ensayo en forma de carta de amor, que cuenta la historia del reloj dentro de la propia carta. La hstoria es contada por la mujer que es rechazada por el amado y se hace inmortal. En el texto nos encontramos con varias etapas de la historia:
  • Egipto, el reloj de sol.
  • Edad Media, relojes astronómicos (el de Praga, el de Berna y el de Venecia).
  • Barroco, el reloj de péndulo.
  • Siglo XVIII, cuerda automática.
  • Siglo XIX, Big Ben, el reloj de bolsillo y el de pulsera para mujer.
  • Siglo XX, reloj de pulsera para hombre y el reloj digital.
  • Siglo XXI, reloj inteligente.
Utiliza una metáfora refiriéndose al tiempo, ya que no es igual para los que son amados, que para los que no lo son. Las horas se hacen enternas, por el sufrimiento de no ser amado. 
El título de la historia nos remite a el reloj como el regalo de pedida de mano.
En el texto también aparece un lenguaje literario, con aforismos (un texto sin contexto), reflexiones y gregerias, sobre el amor y el tiempo.
Ejemplos de aforismos:
  • Para quien ama, cada segundo sin noticias es pedregoso, árido, quema bajo las plantas de los pies.
  • Las horas de la pena son más largas que las de la felicidad.
  • El tiempo nació del desamor, y los relojes son hijos de la pasión desatendida.
  • Cada tictac del reloj es un acorde de tensión amorosa no resuelta.
  • Solo los amantes cuentan el tiempo.
  • ¿Qué horas puede marcar un reloj de sol bajo la negra sombra de la noche a la que quien ama sin ser correspondido es condenado?
  • El desamor es ambicioso, incluso para su propio dueño.
  • El movimiento pendular es la perfecta expresión, desesperada, de la incertidumbre de amar.
  • El tiempo es algo íntimo y privado, como el cilicio que nadie ve y, sin embargo, desgarra nuestra piel.









jueves, 21 de noviembre de 2013

ESLÓGANES PARA LAS JORNADAS UNIVERSITARIAS DE ORIENTACIÓN


21-11-13

  • Oriéntate hacia el futuro.
  • Descubre, avanza y orienta.
  • Uniovi, la brújula del norte que señala a Europa.
  • Oriéntate, por un futuro mejor.
  • Ahora oriéntate. Una mejor universidad es posible.
  • Oriéntate y oriéntalos. El futuro es suyo, pero tú lo haces posible.
  • Uniovi is waiting for you.
  • Uniovi hace Uni-Europa.
  • Orientación hacia la Universidad Europea.
  • Uniovi wants you.
  • En aras de crecer.
  • No te dejes engañar, oriéntate.
  • Orienta tu camino.
  • Para viajar hay que orientarse.
  • El camino hacia un futuro mejor empieza aquí.
  • Nuestra universidad, vuestro futuro.
  • Saber lo que hay que saber, contar lo que hay que contar, transmitir lo que hay que transmitir, avanzar lo que hay que avanzar, hacia Europa, hacia el futuro.
  • Universidad de Oviedo, desde Asturias hacia el Universo.
  • Avanzamos contigo.
  • Para mirar hoy el mundo del mañana.
  • Cambiamos contigo.
  • El mañana es mío.
  • El mañana es vuestro.
  • Mañana es hoy.
  • Sólo faltas tú.
  • Oriéntate.
  • Encuentra tu futuro.
  • La universidad más joven.
  • La mejor decisión.
  • Sé el que eres.
  • Sé el que quieres ser.
  • Encuentra lo mejor de tí mismo.
  • Encuentra tu mejor tú.
  • Para ponerse al día.
  • Inventando el mañana.

    ESLÓGANES ELEGIDOS

    • Oriéntate y oriéntalos. El futuro es suyo, pero tú lo haces posible.
    • Nuestra universidad, vuestro futuro.
    • Saber lo que hay que saber, contar lo que hay que contar, transmitir lo que hay que transmitir, avanzar lo que hay que avanzar, hacia Europa, hacia el futuro.

      ESLOGAN GANADOR
    • La universidad de hoy, el mundo del mañana.


martes, 19 de noviembre de 2013

MITOS Y MIGAJAS

19-11-13




Los mitos son historias o narraciones que explícan el mundo. Pueden ser religiosos, tener antecedentes en la ciencia (explicando el mundo de forma coherente), pre-científicos (sustituidos por las explicaciones científicas), relacionados con el subconsciente colectivo (propio de todos), o estar relacionados con los relatos tradicionales, (cuentos de hadas) que se transmitían oralmente  reflejando fantasía.


Los mitos son el transfondo de la literatura, pretenden conmover. En ocasiones, se metamorfosean, no aparecen en su forma original, reflejando una preocupación por los seres humanos.

La publicidad hace uso de los mitos para seducir a los futuros compradores. Siendo estos la materia básica de la propia publicidad.
En el reparto de la historia se hace una publicidad indirecta de la ropa de los actores y de los materiales del decorado. Esta publicidad prestigia a la moda y en concreto a la propia revista, con la aparición de prestigiosos directores, dando un contenido intelectual.


En los cómics los personajes son un reflejo del mito, haciendo uso de los poderes mágicos (sueño de la persona oprimida), como Superman que es un superhéroe y a la vez un periodista.







http://smoda.elpais.com/articulos/pase-privado/2428



'MIGAJAS', POR JUAN CARLOS FRESNADILLO

SINOPSIS. Hansel y Gretel no solo tienen que hacer frente a la bruja del bosque, también tienen que asimilar la cruda realidad: su padre prefiere abandonarlos en el bosque que contrariar a su madrastra.

REPARTO. Pilar Bardem viste capa de pedrería de Europa Europa, jersey de Zara y falda de Max Mara. Miriam Martín luce camisola de Sonia Rykiel, falda de Lili Gaufrette, cesta de Paule Ka, zuecos de Gunnel’s y calcetines de Cóndor. El pañuelo es de la estilista. Izán Corchero lleva camisa de Bóboli, chaleco y pantalón de Boss Kidswear, gorra de Jean Paul Gaultier Junior, zuecos de Gunnel’s y calcetines de Cóndor. La pared se ha pintado con pinturas Leroy Merlin. El ramaje y la tierra son de Los Peñotes.

“Tenemos que abandonarlos en el bosque”.

El susurro se convirtió en cuchillo y voló hasta llegar a los oídos de Hansel, escondido en las sombras de la oscilante luz de la casa, temeroso desde hacía varias noches de que su madrastra dijera el secreto más terrible que un niño puede escuchar. El niño sintió un tibio alivio cuando por fin lo siniestro se hizo palpable y se pudo tocar. Aunque hubo algo inesperado: entrever en la oscuridad el rostro de su padre, compungido y acobardado, aceptando el mandato de su mujer. Y fue entonces cuando sin remedio el cuchillo se clavó en el pecho de Hansel, con lentitud, al mismo ritmo que las lágrimas de su hermana Gretel cuando se atrevió a confesarle lo que acababa de escuchar…

Manos enlazadas con el padre, los hermanos aparentan no saber nada mientras se adentran por el bosque del abandono. Con la madrastra liderando una excursión inofensiva y Hansel, de nuevo a escondidas, echando migajas para dejar un rastro como estrategia para regresar a su casa. Aunque esta sea un infierno oculto de desamor y cobardía…

Solo en la infancia se puede aceptar algo así. No hay poder ni capacidad para hacer o luchar por otra cosa. Fingir es una cuestión de supervivencia.

Lo paradójico de esta amarga historia es que la fortuna tomará la forma de una bandada de pájaros que se comerá esas migajas. Haciendo desaparecer el rastro y enfrentando a los hermanos a una realidad aparentemente más terrorífica… una bruja tocada por la gula que se quiere preparar un gran banquete con dos corderitos tan deliciosos… la invocada bruja de todos los cuentos desplegando su habitual crueldad. Necesaria presencia para hacer crecer a nuestros pequeños héroes; forzando a Hansel y Gretel a luchar y tomar las riendas de su destino, a pelear contra un enemigo que no tiene secretos y manifiesta su maldad sin tapujos…

Porque quizás contra eso sí se puede luchar.




El suplemento de moda del periódico El País, SModa, ha publicado un reportaje con motivo de su aniversario. Cuatro cineastas españoles (Pablo Bergel, Daniel Sánchez Arévalo, Juan Carlos Fresnadillo y Nacho Vigalondo) crean una historia cada uno a partir de historias ya existentes.

En la fotografía que tenemos sobre estas líneas vemos el trabajo de Juan Carlos Fresnadillo, al que llama Migajas. A partir del cuento de Hansel y Gretel, el cineasta crea una historia que sirve de contexto para crear el reportaje.


El autor utiliza metáforas para contarnos el cambio en la historia. Aparece un narrador que nos va narrando lo que ocurre con elementos visuales y una moraleja. La propia historia incluye otras como Blancanieves, por la aparición de la madrastra y Pulgarcito, por las migas de pan, que le sirve a Fresnadillo para hablar del mito del miedo a perderse de los niños. Otro punto importante que aparece al final de la historia son las pruebas que los niños deben pasar para hacerse adultos, indicando las etapas por las que pasa el ser humano.


20-11-13


PERSONAJES QUE APARECEN EN ALGÚN MITO

  • Electra: hija de Agamenón y Clitemnestra y hermana de Orestes, al que incita a matar a su madre para vengar la muerte de su padre.
  • Dido: reina de Cartago que se enamora de Eneas.
  • Héctor: príncipe troyano, hijo de Priamo, asesinado por Aquiles.
  • Andrómaca: mujer de Héctor.
  • Eneas: guerrero troyano que se salva de la destrucción de Troya y funda Roma. Se enamora de Dido pero al final la deja provocando que esta se suicide por amor.
  • Aquiles: guerrero griego y semidios que mata a Héctor.
  • Antígona: hija de Edipo, se emepeñó en dar sepultura a los muertos en la guerra apesar de que eran enemigos.
  • Clitemnestra: mujer de Agamenón. Gobierna el reino con su amante y cuando su marido vuelve lo mata.
  • Orestes: mata a su madre, Clitemnestra, como venganza por su padre.
  • Menelao: rey de Esparta, hermano de Agamenón y marido de Helena.
  • Paris: príncipe troyano que se enamora de Helena.
  • Ulises: guerrero griego que sale de Ítaca para conquistar tierra en las batallas.
  • Agamenón: rey de Troya.
  • Anquises: padre de Eneas.
  • Helena: mujer de Menelao, que se fuga con Paris y genera la guerra de Troya.


miércoles, 13 de noviembre de 2013

FRANCISCO BEJARANO - ULISES


                                                                                             13-11-13

El peregrino solitario vuelve
después de haber ganado un mundo propio.
Por el camino de albariza llega
hasta su casa, pero ya no es suya,
ni ha salido su perro a recibirlo
hasta morir al verlo de alegría.
Tanto tiempo empleó ganando un reino
que el reino que dejó se fue en el tiempo.
Fue el dueño de estos campos, fueron suyos
los almendros en flor, las amapolas
bajo el aire de marzo, los arroyos
de las lluvias tempranas del otoño.
- ¿Y nada es mío ya? ¿De dónde vienes
buen peregrino? - De ninguna parte,
pues todo estaba aquí. Lentos sus pasos
en silencio desandan el camino.




El título del poema "Ulises" es como un símbolo del viajero. Se hace uso de endecasílabos con rima asonante y un pareado en "reino" y "tiempo".
Ulises vuelve de su batallas fuera de Ítaca solo, porque ha perdido a sus compañeros en el camino. Cuando regresa se encuentra que todo está cambiado, ni su perro le reconoce y su mujer tiene más pretendientes "ya no es suya".
En "tanto tiempo empleó ganando un reino que el reino que dejó se fue en el tiempo", se añade un valor de aforismo, la conclusión empieza y acaba con la misma palabra "tiempo". Ulises se fue para ganar un reino, perdiendo el suyo propio.
En la segunda estrofa, el autor desarrolla la pérdida del reino, descrito de forma rural, con un paisaje con elementos bubólicos. Al final, aparece un diálogo, que está mal editado por la falta de un guion al cambiar de emisor entre la primera y la segunda pregunta. La primera pregunta es más bien un soliloquio que Ulises se hace.
En los últimos dos versos, se personifica a los pasos que da Ulises "en silencio desandan el camino".



CARLOS CLEMENTSON - EL VIAJERO


13-11-13

Ha venido esta noche.
El perro había ladrado por un rato en la sombra,
y luego extrañamente se calló en el silencio.
Pobre y casi desnudo, el mar había labrado
hondos surcos de tiempo sobre su enjuto rostro
de marino o pastor, quemado por los soles,
y dejado en sus párpados un rojor de salitre.
Nadie le conocía. Quizá estuviera loco.
En su delirio hablaba de sirenas y monstruos
de un solo ojo enorme, de héroes y de naufragios,
de aventuras horribles en las que él tuvo parte.
Decía que en un tiempo él fue rey de esta isla.
Aquí ni a los más viejos les sonaba su nombre.
Quizá no fuera nadie:
el viento que del mar sopla en las largas noches.
Se ha vuelto con las sombras.




Los recursos utilizados en el poema son el uso de alejandrinos y heptasílabos, a lo largo del poema podemos deducir que al viajero que se hace referencia en el texto es claramente Ulises, aunque no se mencione su nombre. También se hace referencia al cíclope Polifemo en la tercera estrofa y en la sexta.

El poema nos cuenta como Ulises, después de desaparecer de Ítaca y vivir muchas aventuras, llega viejo a su reinado y comienza a hablar con la gente, pero nadie lo conoce, excepto el perro, siguiendo fielmente la historia de Homero. En el poema se deja entreveer una visión del olvido.







MIGUEL D´ORS - ULISES NAVEGANDO


13-11-13

Distanciada por años y batallas
y estratagemas y navegaciones,
Ítaca se diluye en la memoria
de Ulises, que en la popa, pensativa-
mente mira el efímero recuerdo
de espuma que la nave deja al mar.
Se van desvaneciendo las murallas
de la ciudad, los templos soleados,
aquel dorado olor de la vendimia;
los rostros frecuentados están ya
descompuestos en ojos, y sonrisas
y pómulos confusos, que no logra
agrupar su memoria.
                                    Ítaca apenas
es algo más que un nombre; sólo un nombre
en el que la esperanza se encastilla.



Poema con título descriptivo, uso de endecasílabos excepto en los versos 13 y 14 que aparece como 7 más 5. La rima que encontramos es asonante, pero irregular en "mar" y "ya", en "sonrisas", "vendimia" y "castilla".

La idea central del poema se basa en como Ulises va olvidándo Ítaca.

El autor utiliza una sinalefa en "memoria" e "Ítaca", leyéndose ambos como un mismo verso. También se utiliza el encabalgamiento, con un uso significativo.

El poema tiene otros recursos como la adjetivación, de carácter llamativo, en "dorado olor", presentado como una sinestesia y en "recuerdo de espuma", comparándo la estela que dejan las cosas en la memoria de Ulises con el rastro que deja el barco al pasar.

La estructura del poema está claramente dividida en tres partes:
  • Composición del lugar.
  • Desarrolla una enumeración de como Ítaca se va desvaneciendo en la memoria.
  • Conclusión de como Ítaca pasa a ser sólo un nombre o un símbolo de la esperanza.





martes, 12 de noviembre de 2013

JUAN ANTONIO OLMEDO - ARREPENTIDO ULISES


12-11-13

Creyéndolos humanos privados de su imagen te rogué que les dieras su primitiva forma, el eco de las risas, el sabor de las lágrimas, el gozo de la amable conversación nocturna brillando como hoguera que el temor ahuyentaba.

No quiero haber expuesto tantas veces la vida, que el dolor hizo larga, para ver en sus ojos dibujarse la burla o escuchar sus engaños.

Devuélveles, oh Circe, sus figuras de cerdos.

Este poema tiene un título explicativo, nos hace un resumen de lo que va a suceder a lo largo del texto. Ulises está arrepentido de haber salvado a sus compañeros, porque se comportan como cerdos, él arriesgó muchas veces su vida por ellos, mientras ellos se burlan de Ulises.

Los versos son compuestos, de arte menor yuxtapuestos. Olmedo hace una separación (estiquio) entre los versos alejandrinos que tienen 14 sílabas, partiéndolos en versos de siete más siete. La rima es asonante en "lágrimas" y "ahuyentaba".

El poema es un monólogo dramático, se cuenta en boca de un personaje que se dirige a otro, en este caso es Ulises el que se dirige a Circe. "Cerdos" aparece en el texto con un valor simbólico, ya que Circe convertía a los hombres en animales, en el mito en concreto en cerdos.

La estructura en el poema se divide claramente en tres partes:
  • En la primera, Ulises hace una petición inicial.
  • En la segunda, este habla del desengaño que sufrió al exponer su vida a cambio de burlas. Ulises es descrito como un personaje ingenuo, ya que no ve como propio de los humanos el engaño.
  • En la parte final, hace su última petición que los vuelva a convertir en cerdos.



martes, 5 de noviembre de 2013

MITO DE CIRCE


05-11-13


Resumen del mito de Circe basado en el texto de Luis Segalá


Ulises y su tripulación llegaron a la isla Eea y decidieron explorarla. El resultado de la exploración fue la vuelta de un solo hombre, el cuál cuentó que sus compañeros habían sido engañados y transformados en cerdos por la diosa Circe. Ulises se apresuró en ir a su rescate, encontrándose con Hermes, quien le dio una inmunidad ante los hechizos de la diosa. Circe que se dio cuenta de su inmunidad, decidió acogerlo en su palacio durante un año y liberar a sus compañeros de su apariencia animal. Después del año, quieren regresan a Ítaca y Circe les aconsejó bajar al infierno a que Tiresias, un adivino ciego, les condujese por el camino correcto hacía su destino.



Este poema está escrito por Homero en prosa y hexámetros. Está pensando para ser recitado, con fórmulas hechas para facilitar su divulgación, usando un tono arcaico.




El vino Circe Verdejo, de Bodegas Avelino Vegas, ha sido elegido Mejor Vino Blanco del Mundo en la XIX edición del Concurso Mundial de Bruselas. Se trata de un vino de color amarillo, procedente de uvas de la provincia de Segovia.

En este anuncio publicitario se hace referencia al mito de Circe en el nombre de la botella de vino en la que aparece inscrito el nombre.También hace una referencia al mito en el propio anuncio, apareciéndo un texto en la derecha: "El palacio de Circe estaba rodeado de leones y lobos. Su magia convertía a los hombres en el animal que realmente eran. Tan solo Ulises se libró de sus encantamientos y la amó apasionadamente". Este texto hace referencia a la característica básica de Circe, convertir a los hombres en animales. Animales que aparecen representados junto a la botella del anuncio.


CIRCE  ESGRIME UN ARGUMENTO - SILVIA UGIDOS


Si regresas, Ulises, encontrarás allí en Ítaca una mujer cobarde: Penélope ojerosa que afanosa y sin saberlo le teje y le desteje una mortaja al amor. Ella pretende aferrarse y aferraros a lo eterno. Si regresas 
hacia un destino más infame aún que éste que yo te ofrezco avanzas si vuelves a su encuentro. Más enemigo del amor y de la vida que mis venenos es vuestro matrimonio, vil encierro.
Quédate, Ulises: sé un cerdo.


Este poema tiene una métrica irregular con heptasílabos, octosílabos, tres endecasílabos, dos tridecasílabos y un pentadecasílabo. También posee una rima asonante en e-o que se encuentra distribuida irregularmente.

Este episodio se refiere al momento en el que Ulises regresa de la guerra de Troya. El poema es un razonamiento para que evitar que regrese a Ítaca. Todo el argumento está basado en pedirle que se quede pero  diciéndole que sea un cerdo.

En el título aparece el verbo "esgrimir" que significa pelear o combatir dialécticamente entre ambos, es decir, Circe en este poema ofrecerá una razón a Ulises para que se quede junto a ella.


Los siete primeros versos denostan la concepción de una mujer tradicional con la mujer nueva, intentando convencer a Ulises para que no vuelva con Penélope. También la autora nos explica la fidelidad que sigue Penélope ya que está esperando tejiendo una mortaja.
El último verso Circe ordena a Ulises que permanezca junto a ella aún siendo un cerdo.